La moneda en Chihuahua


Por: Elí Miramontes Márquez

Numismática.- (Del latín nummus, moneda o dinero). Rama de la historia que estudia las monedas antiguas y modernas, analizándolas desde el punto de vista histórico, artístico, iconográfico y relacionándola con la economía, la geografía, la epigrafía, la política, etc.
Escribe Montesquieu: “La moneda es un signo representativo de todos los valores. Sirve para el pago de toda mercadería. Y es generalmente de metal para que no se gaste con el uso. El metal más conveniente es el más precioso por ser más cómodo y barato su transporte. Los metales son muy a propósito para medida común, porque es fácil reducirlos a la misma ley. Cada estado acuña su moneda y la garantiza con su sello, el cual responde de su ley y de su peso, y le da siempre la misma forma para que se reconozca a simple vista.” (1)
El historiador chihuahuense Francisco R. Almada nos dice que “El problema económico de los signos monetarios de cobre acuñados por La Casa de la Moneda de Chihuahua tuvo sus orígenes en el año de 1833. La guerra sostenida por el gobierno local en contra de las tribus apaches y comanches que se habían alzado dos años antes, originó la decadencia del erario del Estado y el Gobernador, José Isidro Medrano, previa autorización del legislativo, mandó acuñar monedas de cobre denominadas cuartillas y tlacos, para ayudarse en los gastos de la guerra. Dichos signos monetarios ostentaban en el anverso la figura de un indio con el arco en la mano y por el reverso dos ramas de laurel cruzadas y en el centro, con números, la expresión de su valor (cuarto y octavo de real), que eran, respectivamente, de tres centavos y un octavo y de un centavo y nueve dieciseisavos. En 1835, 1846 y 1855 se efectuaron nuevas acuñaciones del mismo tipo de monedas, siendo Gobernador en el primer año el General José Joaquín Calvo y en los otros dos el general Ángel Trías (p).”
Continúa Almada: “El Gobernador del Estado, Licenciado José Eligio Muñoz, expidió el decreto del veinte de enero de 1860, disponiendo que se recogiera toda la moneda de cobre que se encontraba en circulación y que se acuñara una nueva con garantía del erario local, habiendo calculado la primera en la suma de cincuenta mil pesos. Estos signos llevaban en el anverso una figura de mujer que simbolizaba la libertad y la leyenda “Estado de Chihuahua” y en el reverso dos ramas de laurel cruzadas y en medio, con números, el valor de un cuarto de real y el año”. (2)

Bibliografía
1.- Montesquieu, Carlos de S. “Del espíritu de las leyes”. Libro XXII. Capítulo primero. Editorial Albatros, Argentina.
2.- Almada, Francisco R. “La intervención francesa y el imperio en el Estado de Chihuahua”. Ediciones UACh, 1972.

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